TRANS-FORMA

Transitando emociones

Exposición producida por:

 

Con la colaboración de:

Fotografía: 

 

TRANS-FORMA


Transitando emociones

Exposición producida por:

 

Con la colaboración de:

Fotografía: 

 

¿Qué es ser una mujer? ¿Qué es ser un hombre? ¿Está ligado a tener unos u otros genitales, hormonas o cromosomas? Nuestra sociedad es mayoritariamente binaria, solo reconoce dos géneros asociados a dos sexos. Sin embargo, las teorías sobre género y sexo no solo explican el género como una construcción social y por tanto modificable, sino que van más allá y ponen en entredicho el alineamiento con genitales, cromosomas y hormonas concretas. Las personas trans, entre otros, nos ponen sobre la mesa las incoherencias de la categorización binaria del ser humano, y nos obligan a hacer una reflexión sobre el sistema imperante y sobre nuestra persona.

En las personas trans la identidad de género no coincide con el sexo asignado al nacer y por eso han decidido hacer un tráfico en esta dimensión. Algunas se autoidentifican como hombres o mujeres, otras se perciben en un contínuum entre ambos géneros, o con una identidad más allá del binarismo. En todos los casos, se enfrentan diariamente a múltiples discriminaciones y a violaciones de sus derechos.

No hay rasgos comunes ni homogéneos entre las mujeres trans, ni de aspecto, ni en cómo se muestran socialmente, ni en los sentimientos hacia la maternidad, ni en la orientación sexual, etc.

No existe “la mujer trans” sino mujeres concretas que tienen en común el hecho concreto de haber transitado en su identidad de género. Pero la lucha que representa ser aceptadas y reconocidas por la sociedad, las condiciona y marca a todas profundamente en todas las dimensiones.

Esta exposición nace de un trabajo con siete mujeres trans, a través de unos talleres de fotografía participativa, en los cuales manifestaron qué las preocupaba y que querían mostrar a la sociedad. Ellas quieren hablar de cómo han hecho la *deconstrucció de una identidad impuesta para construir la propia y de las luchas internas que esto las ha comportado. También, de la nueva construcción de los afectos una vez han decidido hacer el tráfico, asociada en muchos casos a la soledad, a veces buscada, a menudo impuesta. Y de la presencia en los espacios públicos, una de las luchas más sentidas del colectivo. Finalmente, encontramos lo más importante y transversal en todo, lo que estructura sus vidas, el atrevimiento a ser quien realmente son.

Con esta exposición proponemos dejar de ver las mujeres trans desde la alteridad, y aproximarnos a su cotidianidad y a su intimidad como espacio político de resistencia y lucha. Una lucha que nos enriquece como sociedad y nos ayuda a ser más libres.

Sólo hay una raza, la humana,

el resto son matices.

Cada persona es un mundo.

Sólo hay una raza,

la humana,

El resto son matices.

Cada persona es un mundo.

DECONSTRUCCIÓN

A las personas trans nos han dicho y hemos aprendido que nuestro cuerpo es un problema y que lo tenemos que poner en juego y cambiarlo. Y, de alguna manera, todos estos discursos nos lo han robado, nos han robado la posibilidad de vivir el cuerpo de otro modo.

— Miquel Misé, sociólogo y activista trans.

«Antes me miraba al espejo y brotaban todas mis inseguridades. En esos momentos, buscas el atuendo adecuado para encajar en una sociedad abstracta, donde las personas no saben distinguir entre una entelequia y lo que es real, pero en cambio son implacables a la hora de etiquetar. Al final, nuestro legado a la sociedad serán nuestras historias de deconstrucción y construcción».

Jossenka Zambrano

«Me conforman capas. Capas gruesas, finas, cálidas, frías, protectoras y aislantes. Paulatinamente me he ido despojando de ellas, liberándome de sus ataduras y opresiones. Cada vez necesito menos herramientas para ser yo misma. Antes necesitaba maquillarme, necesitaba unos tacones altos. Ahora me conozco, me reconozco y solo necesito mi cuerpo».

Duviela Agredo

LUCHA INTERNA

No se nace mujer; se llega a serlo.

— Simone de Beauvoir, filósofa y activista feminista.

«Durante la noche me siento a pensar. He visto mucha gente morir en la calle y yo estoy aquí, todavía. En el espejo me veo y me pregunto si ignoraba todo lo que me venía, la mordaza, el guardar silencio, el no poder decir lo que quiero. Esa es una de las opresiones que siento más vivas».

Vivian Diaz

«En el camino andado, primero he tenido que reconstruirme, en mis dolores y angustias, tristezas y alegrías. He tenido que sanar a mi niña interior para que la Carolina adulta pueda cuidarla. Pensamos que la hemos sanado, pero todavía está el dolor allí, afectándonos ahora. Me han roto muchas veces, pero nunca he sido vencida. Gracias a algunas personas se han sanado algunas cicatrices que yo sola no podía sanar. Ellas me han ayudado a pegar mis piezas, sanando desde muy adentro».

Carolina Murcia

SOLEDAD

La red afectiva es aquello que, cuando madrigueras, impide que te mates (…). El relato idílico del amor hace que nadie reconozca el tóxico de sus relaciones. Los desequilibrios que se dan en las relaciones son intrínsecos a su romantización. No es una desviación del sistema, no es anecdótico, es el sistema en sí mismo.

— Brigitte Vasallo, escritora y activista LGBTIQ+

«Creo que el éxito de las mujeres transexuales radica en gran parte en el hecho de pasar inadvertidas ante la sociedad como personas transexuales. Ésto, en cierta medida, facilita la vida a las personas trans, pero por otro lado invisibiliza otra realidad que existe».

Duviela Agredo

«Soy mujer, a mi manera. Quiero estar, a mi manera. A menudo vivo la soledad intelectual, cuando mis ideas no coinciden con las de las otras».

Edén Provecho

«Dicen que la soledad es muy mala consejera, pero a mí me ha ayudado a valorar a las personas que me aportan y las que me restan, en definitiva, me ayuda a darle sentido a mi vida. Nuestras parejas a menudo se encuentran con el dilema de si apuestan por nuestra relación o ceden a las presiones externas de la familia. Con el tiempo, ya me siento muy libre, puedo vivir y gestionar la soledad tranquilamente».

Jossenka Zambrano

CONSTRUCCIÓN

 

DE AFECTOS

¿Dónde estamos posicionadas las mujeres trans en la pirámide social? Abajo de todo, y se refleja en tres ámbitos concretos. En primer lugar, en el campo del deseo. Aquello que desea el hombre heterosexual se coloca en lo alto de la pirámide. Por los hombres heterosexuales a los cuales gustamos, es un deseo absolutamente clandestino. Un segundo ámbito, la familia. Cuando hacen la transición, mantener la familia se convierte en una odisea. El tercero es el laboral, que influye en todos los otros ámbitos.

— Judith Juanhuix, científica, madre y activista trans

«Tras mi transición abrí los ojos en un mundo hostil y peligroso para nosotras, donde las relaciones se construyen a base de convencionalismos sociales y el afecto es sólo una moneda de cambio en el refugio y la clandestinidad de la noche. A falta de margaritas impares, a falta de un lugar donde poder ser, a falta de oportunidades y miradas limpias, construyo y encuentro el afecto en la simpleza y sinceridad de aquellos que no están alineados por la sociedad».

Violet Ferrer

«Nací rodeada de verde, de bosques, y mi madre me enseñó a cuidar la naturaleza. El cuidado de las plantas es para mí una forma de cuidar una naturaleza que siento tan parte de mí, como también es parte de mi madre, quien tanto me enseñó».

Duviela Agredo

«Amar y sentirse amada es un privilegio. Y siento que, en este sentido, yo soy muy privilegiada. Soy madre. Ser madre es algo que siempre deseé fuertemente y que, por mi condición trans pensé que nunca podría lograr. Hay muchas maternidades diferentes, ¡Y ahora incluso ya soy abuela!»

Lineth Phillips

«Seis años atrás no podía ni imaginar el sentir la ausencia y el sentimiento de amor tan profundo como es el amor por mi familia y que ahora siento, habiendo disfrutado del privilegio de crecer seis hermanos y hermanas con nuestra madre. Hoy, el rompecabezas de mi vida no está completo porque no tengo a mi familia».

Carolina Murcia

«Puedo no ser femenina, pero mis amigas me inspiran a sentirme mujer. Cada una vive su feminidad como le viene bien, sin preocuparse del qué dirán».

Edén Provecho

PRESENCIA EN

 

ESPACIOS PÚBLICOS

La primera posición en actividad económica de las mujeres trans en Cataluña es el trabajo sexual, la segunda, la peluquería. Las mujeres trans no están en posiciones de poder, no pueden tomar decisiones para mejorar sus derechos. Viven con un continuo miedo a ser agredidas en los espacios públicos. Quieren pasar desapercibidas. ¿Cómo se puede normalizar su presencia en la sociedad si no ocupan los espacios públicos y más visibles? 

— Judith Juanhuix, científica, madre y activista trans

«Ser mujer trans es duro, conlleva muchas violencias y opresiones, pero las personas que las superamos y las denunciamos somos poderosos motores de cambio hacia una sociedad mejor».

Violet Ferrer

«Me levantaba y buscaba trabajo cada día. Todo estaba en mi contra, pero era muy persistente y lo conseguí. Ahora, después de ir a mi trabajo, voy tranquilamente al gimnasio para seguir los cánones de belleza que marca la sociedad».

Jossenka Zambrano

«Llegué de Honduras con muchos complejos, con miedo a que me miraran en los espacios públicos, en la estación de metro, en la parada de autobús. Pero en mi camino de construcción y empoderamento, llegué a entender que soy una mujer que aporto mucho a la sociedad, por la diversidad que represento. Siento que la sociedad va cambiando y que vamos ocupando espacios donde antes ni pensábamos que podíamos estar».

Carolina Murcia

«Sé lo que quiero. Estoy viva y lo vivo como un privilegio, porque hay muchas que no están de pie, que ya no están, porque no están vivas. Sin embargo, no debería ser un privilegio, tengo derecho a ser y a estar viva. Tengo derecho a no ser asesinada por saber lo que quiero, quién soy y no ocultarlo».

Vivian Díaz

ATREVERSE

 

A SER

Tendemos a pensar en binarios, en hombre o mujer, en masculino o femenino, pero lo que denominamos la naturaleza o la realidad material lo desmiente (…). Sin embargo, a nuestra sociedad todavía se nos juzga como hombres o mujeres. Si decido que quiero vivir como mujer y muestro una identidad de género masculina, pero sin hormonarme ni hacerme cirugía, sé que en la calle me continuarán mirando como a un hombre.

 — MARTA SEGARRA, Catedrática en estudios de género y biopolítica

«Yo no me suelo maquillar. No todas las mujeres se maquillan».

Edén Provecho

«No vivas de los prejuicios ajenos, sé tú misma, atrévete. Siento rabia cuando dicen que me aceptan. Son mis derechos
y tus deberes».

Lineth Phillips

«En Honduras, un país sin derechos LGTBIQ+ reconocidos, estudié en la universidad con apariencia masculina, en concordancia con mi documento de identidad. Cuando hice la transición se me cerraron todas las puertas, perdí mis privilegios como hombre. Decidí estar sola para cuidar y proteger mi identidad. Ahora cuido de mi niña interior, que ya es una mujer independiente, segura y que está orgullosa de sí misma».

Carolina Murcia

«Me gusta la ciudad de noche, la siento como mi espacio de refugio, allí donde puedo ser yo. La noche tiene mucha vida. Me gusta callejear y la luz de las calles, de noche. Siento que respiro, no estoy aprisionada. Es donde me guarezco».

Violet Ferrer